Resumen:El rasgo más destacado de la escritura de María Lainá (Patras, Grecia, 1947) es su radicalidad, el nivel inusual de exigencia de su posición creadora. Cada página suya, en griego y castellano, obliga a adivinar gramáticas exactas y secretas cuyas reglas no nos han sido anunciadas; cada texto invita a reflexionar acerca de la profundidad y de los límites de la página como espacio propio. El despojamiento y la desintegración no se entienden como metas sino como procedimientos de indagación, como etapas de un sostenido y radical proceso de búsqueda. A lo largo de sus libros (Cambio de paisaje, Signos de puntuación, De ella, Miedo rosado y Aquí son los títulos más relevantes), la poesía de Lainá, desde una implacable dureza antisentimental y un exigente minimalismo expresivo, nos seduce con su desconcertante y apasionada arquitectura.