Resumen:Una idealización global, indiscriminada, que sólo contemplase la deslumbrante cultura musulmana de Al-Alandus, sin parecido alguno en el resto de la Europa Medieval o la relativa coexistencia pacífica de los 3 monoteísmos, a que se llegó en los mejores momentos, no debe hacernos perder de vista la situación específica del siglo XI andalusí. Cien años eran demasiado pocos para sentar unas bases de coexistencia en población heterogénea, formada por grupos de tan marcada identidad. La oposición creada tuvo reacciones violentas, especialmente en la 2ª mitad del s. IX (del 852 al 912), durante los reinados de Muhammad I, Al-Mundhir y Abd-Allah, pero había ya surgido sin demasiado fruto en tiempos del presuntuoso cruel Al-Hakem. Como bien observa Leví-Provençal, aquellos tiempos de disturbios sólo aguardaban un coordinador del desconcierto general para que saltase la chispa de una gran rebelión, y ese coordinador fue Omar.