Desde la conquista cristiana de 1487, los festejos taurinos en Málaga tenían lugar en la Plaza Mayor (hoy Plaza de la Constitución), que se armaba con andamios y talanqueras. Hasta 1860, allí se ubicaban las Casas Consistoriales, cuyos balcones y ventanas servían como privilegiados palcos para autoridades y empleados municipales. Las llamadas fiestas reales se acordaban para celebrar eventos relacionados con la monarquía: proclamación de nuevo rey, victorias militares, etc., aunque también formaron parte de algunas festividades religiosas.
Este libro presenta un recorrido histórico y documental desde los comienzos de las fiestas de toros en Málaga y su evolución a lo largo de la edad moderna, hasta que , a finales del XVIII, la fiesta se convertiría en una actividad mercantil.
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